La pereza que da organizar cualquier estancia de la casa se multiplica cuando se trata de poner orden en el trastero, aunque siguiendo algunos consejos podremos completar la tarea con más facilidad.
No es ningún secreto que, con el tiempo, el espacio de la casa suele quedarse pequeño para almacenar todo tipo de enseres y pertenencias varias. Tener un trastero puede ser la solución a los desvelos que la falta de superficie puede ocasionar, pero también es, con frecuencia, el origen de otras preocupaciones.
Si llevas tiempo postergando el momento de poner orden en tu trastero, puedes seguir estos cinco consejos que te ayudarán a afrontar la tarea con las ideas claras y a que el resultado sea todo un éxito.
Cómo ordenar un trastero
Inventario inicial
Para una limpieza profunda y un orden total de una estancia como el trastero de una vivienda, nada mejor que empezar de cero. El primer consejo es sacar todos los objetos que tengamos fuera de la habitación. Por un lado, nos servirá para poder barrer, aspirar y limpiar hasta los rincones más escondidos. Por otro, nos hará toparnos con hallazgos que ni recordábamos que atesorábamos.
Siempre que se trata de ordenar y limpiar en profundidad, aparecen cosas olvidadas para las que podemos encontrar una segunda vida. Pero esto también nos sirve, sobre todo, para despojarnos de otras cosas que ni usábamos ni usaremos jamás.
Sin miedo a tirar
Cuando hablamos de hacer el cambio de ropa de temporada en los armarios, uno de los consejos principales es desprenderse de todas aquellas prendas que llevamos año tras año sin vestir, pero igual seguimos guardando. En el caso de poner orden en el trastero la recomendación es la misma.
Gran parte del orden reside también en aliviar un espacio abarrotado de múltiples objetos. No significa que haya que tirarlo todo. Pero sí seleccionar con pragmatismo, realismo y sin nostalgia. Si, por ejemplo, coleccionamos cajas y cajas con libros y juguetes de cuando nuestros hijos eran pequeños, podemos elegir algunos de ellos, los que estén en mejor estado o los que signifiquen algo especial, y embalar el resto para donar a alguna organización que seguro le encontrará un mejor destino.
Esa maleta vieja a la que le falta una rueda, esos elementos de playa que llevan veranos sin pisar la arena, esas latas de pintura que ya han superado la fecha de caducidad, ese mueble al que nunca le llega el día de ser restaurado, ese patinete en el que ya ni cabe el pie de tu hijo pequeño… Todos pueden encontrar una segunda oportunidad en otro hogar o acabar en el punto limpio.
Clasificar y priorizar
Antes de empezar a devolver las cosas a su sitio, un tercer consejo a tener en cuenta es clasificar todo lo que haya pasado el filtro de la recomendación anterior y separar los objetos por secciones: libros, ropa, juegos, bricolaje, playa, Navidad, etc.
Teniéndolos así presentados, nos será mucho más sencillo saber cómo almacenar cada sección y qué lugar otorgarles dentro del trastero, según la utilidad que le demos a lo largo del año. Tan fácil como, las cosas que guardamos solo de recuerdo, por ejemplo, mandarlas al rincón más recóndito e inaccesible, mientras que las bicicletas o patinetes que utilicemos casi todos los fines de semana, mejor dejarlos a mano.
Reciclar y aprovechar elementos de almacenaje
En todo trastero hace falta una estantería o unas cuantas baldas que nos faciliten y optimicen la distribución de los objetos. Luego están las cajas y cestas pensadas y diseñadas para el almacenaje que podemos apoyar en cada uno de esos estantes.
Pero tampoco hay que dejar de lado otros elementos como las maletas, que suelen estar allí guardadas y que nos pueden servir también para almacenar y optimizar así al máximo el espacio: una maleta pequeña dentro de una grande y, dentro de la pequeña, bolsas con ropa, mantas u otras cosas que no necesitemos sacar a menudo.
Aprovechar cajas de zapatos y zapatillas o de las que recibimos cuando compramos en internet, latas, frascos y todo lo que valga no solo para almacenar sino además para reutilizar y reciclar es también una buena recomendación a seguir.
Etiquetar cada cosa
No está demás poner etiquetas a los embalajes que utilicemos para almacenar. Cuando estamos inmersos en la tarea de organizar el trastero, es habitual pensar que recordaremos en qué sitio y con qué lógica guardamos cada cosa.
Pero la experiencia también nos dice que esto no suele ocurrir. Por eso, la idea de identificar cada caja para luego reconocer de un primer vistazo qué contiene nos ayudará a encontrar las cosas de forma más fácil y a mantener el orden en el trastero que tanto nos cuesta poner.