Durante los últimos años ha cambiado el concepto de lujo en la vivienda. Además de los metros cuadrados, la seguridad 24 horas, varias plazas de garaje por vivienda, amplias zonas verdes, pistas deportivas al aire libre, gimnasio con spa o piscinas infinity, en los nuevos proyectos se valora ahora, por ejemplo, la volumetría del espacio. Así lo explica Carlos Zamora, director de residencial de Knight Frank: “Ya no es solo que la vivienda esté en Los Jerónimos, sino que sea un espacio con volumen, con una arquitectura singular”. De hecho, según este experto, la ubicación de una vivienda marca un estilo de vida y las zonas más vibrantes de una ciudad son siempre las más demandadas. Otro elemento a tener en cuenta es la arquitectura, que ha de ser singular: los edificios emblemáticos con fachada protegida o proyectados por un arquitecto de renombre tienen una gran aceptación.
A esto se añade la integración de arte con arquitectura o servicios de hotel cinco estrellas en residencias privadas, de manera que lo que se crean son experiencias únicas. Es el caso de las viviendas que acoge el proyecto de la cadena hotelera canadiense Four Seasons en la plaza de Canalejas, donde se incluyen 22 residencias de lujo, diseñadas por el estudio del arquitecto Carlos Lamela en la planta superior del edificio, que recibirán todos los servicios del hotel ubicado en el mismo inmueble.
El cliente de este tipo de viviendas, afirma un informe de Knight Frank sobre Madrid Residencial prime, desea que sea única y personalizada, desde la elección de la distribución hasta el detalle de los materiales. En este sentido, también se reclama que dispongan de los certificados energéticos Leed, Breeam o el reciente Nearly Zero Energy Buildings, obligatorio en 2020 en la Unión Europea, con un consumo de energía casi nulo.
Por supuesto, no se concibe que la tecnología no forme parte del confort de este tipo de viviendas, con control preciso de luminosidad, temperatura, sistemas de autolimpieza, instalación de métodos de acceso eficaces como el reconocimiento facial o a través de la huella dactilar. Los espacios verdes, con patios y jardines verticales, que proyectan sensación de bienestar forman parte de las últimas tendencias. Tampoco puede faltar una sala de cine, un salón gourmet, una bodega o una guardería…
En cuanto a los precios, el informe de la citada consultora inmobiliaria referido a la vivienda de lujo en Madrid señala que la tendencia es claramente alcista, con crecimientos medios interanuales del 10%. En algunas zonas, estos incrementos han sido exponenciales: los precios en la zona de Jerónimos han aumentado un 13%; en Chamberí-Almagro, un 12,5%, y en el barrio de Justicia, casi un 11%.
En Madrid, el metro cuadrado en vivienda de lujo se sitúa entre los 6.400 euros y los 7.800 euros, una cifra todavía inferior a la registrada en el resto de mercados europeos, lo que proporciona un mayor recorrido al mercado, resultando de gran interés para inversores internacionales.
“Ofrece grandes oportunidades de inversión, una opción muy atractiva en un entorno como el actual de bajos tipos de interés. Sus buenas conexiones internacionales, así como su estilo de vida la convierten en el destino idóneo en comparación con otras ciudades europeas”, afirma Zamora.
La oferta disponible en este tipo de residencia sigue siendo fundamentalmente, el 90%, de segunda mano, aunque cada vez empieza a haber más proyectos de obra nueva de lujo en las principales zonas de la capital. Salamanca sigue siendo el distrito que copa la oferta de vivienda de esta tipología, con casi el 50% del parque inmobiliario. Además, es también la zona con mayor número de proyectos de obra nueva prime, con siete promociones. Le sigue El Viso, con abundantes viviendas unifamiliares, que representa el 25% de la oferta total disponible.
En cuanto al comprador de vivienda de lujo, el estudio recoge algunas de las principales motivaciones de compra: calidad, exclusividad, ocio, tecnología y exigencia son algunas de ellas. Por nacionalidad, el perfil nacional sigue siendo el más activo (66%). Sin embargo, el comprador internacional toma cada vez mayor fuerza, con venezolanos, mexicanos, suizos y franceses en cabeza.
El concepto ha cambiado: a la ubicación se le añade personalización de cada residencia, además de arte, jardines verticales, el sello de un arquitecto de renombre, certificación energética, bodega etc.