Las tasaciones inmobiliarias son una referencia de uso habitual. Estas estimaciones permiten conocer el valor de una construcción con distintos fines. En este sentido podemos encontrar tasaciones hipotecarias, tasaciones destinadas a valorar fondos hipotecarios o de pensiones, estimaciones de inmuebles para el cálculo de impuestos y tasas, aquellas destinadas a repartos de herencias…
De su finalidad, entre otras cosas, puede depender la respuesta a cuánto cuesta tasar una vivienda y es que, no es lo mismo hacer una valoración de mercado; que optar por una de reposición o de cualquier otra naturaleza.
Qué es una tasación inmobiliaria
Una tasación inmobiliaria no es otra cosa que la valoración de un inmueble, terreno o local. Hablamos de un documento suscrito por un profesional cualificado cuyo objetivo no es otro que el de fijar el valor del bien en base a una serie de criterios y metodología previamente establecidos. La finalidad de la tasación afecta también al tipo de normativa aplicable en cada caso.
Entre las tasaciones inmobiliarias más frecuentes están aquellas empleadas con el fin de determinar el valor de un inmueble para la obtención de una hipoteca. En estos casos, la vivienda actuará como garantía del citado préstamo hipotecario y, en consecuencia, es clave para determinar cuánto dinero otorgará el banco. Por lo general, la cifra no suele superar el 80% del valor de la tasación de la vivienda. En todo caso, también es posible que el documento se solicite con el fin de conocer si el precio del inmueble en cuestión se encuentra acorde a los precios del mercado.
¿Cuánto cuesta tasar una vivienda?
Es una pregunta recurrente y, en realidad, no es posible dar una cifra fija sobre cuánto cuesta tasar una vivienda. Al contrario que en el caso de, por ejemplo, los notarios, no existen tarifas oficiales. Dicho de otro modo, el tasador es libre de establecer el precio de la tasación inmobiliaria siendo el cliente quien debe o no aceptar el mismo. Sin embargo, hay ciertos elementos que pueden afectar al precio final.
La finalidad última de la tasación es uno de los criterios que puede tener su reflejo en el coste de la tasación. De hecho, no es lo mismo tasar una vivienda para solicitar una hipoteca, que hacerlo por petición de un juzgado o con un fin meramente informativo. Como decíamos líneas atrás, el objetivo de las tasaciones inmobiliarias también puede llevar implícito el uso de un método específico de tasación y, en consecuencia, tener una afección directa en el precio final de la misma.
¿Cómo y quién puede tasar una vivienda?
A la hora de solicitar una valoración no solo es importante resolver cuánto cuesta tasar una vivienda, sino tener claro quién puede realizarla. Si hablamos de pisos, locales comerciales o casas unifamiliares, el profesional en cuestión debe acreditar la experiencia en edificación, el mercado inmobiliario y la propia normativa. Dicho esto, suelen ser arquitectos o arquitectos técnicos quienes ejercen, en estos casos, la función de tasadores. Sin embargo, para bienes industriales o fincas rústicas, lo habitual es que las tasaciones sean realizadas por ingenieros industriales o agrónomos con los conocimientos necesarios para hacer una valoración adecuada.
Si de lo que se trata es de solicitar tasaciones inmobiliarias para con el fin de obtener una hipoteca, el profesional debe contar con la correspondiente homologación que entrega el Banco de España. Muchos de estos profesionales forman parte de una sociedad de tasación que, en definitiva, no hace sino ratificar la valoración del técnico tasador.
¿Cómo hacer una tasación inmobiliaria?
Aclarados los perfiles que pueden ejercer de técnicos tasadores es importante aclarar que también existen diferentes vías para hacer una tasación inmobiliaria. En concreto hay cuatro métodos:
- Comparación: el más utilizado. Se compara la vivienda a tasar con inmuebles de características similares.
- Residual: al no existir referencias suficientes para comparar, se estima el valor del inmueble finalizado restándole los gastos necesarios hasta su conclusión.
- Actualización de rentas: aplicable en la valoración de grandes negocios. Se calcula aplicando fórmulas matemáticas y teniendo en cuenta las rentas generadas por el inmueble en cuestión.
- Coste: es el menos frecuente y supone el cálculo del coste de reemplazamiento de la vivienda que se está tasando.
Al margen de los métodos a emplear, los elementos que entran en juego a la hora de hacer una tasación son, entre otros, la superficie de la vivienda y su distribución, la ubicación y servicios cercanos, el estado de conservación del inmueble y otras características como la orientación o la calidad de los materiales.
¿Cuándo caduca una tasación inmobiliaria?
Aunque pueda parecer lo contrario, las tasaciones inmobiliarias con fines hipotecarios tienen fecha de caducidad. Las mismas están sujetas a la Orden ECO/805/2003 en virtud de la cual, estas estimaciones tienen una vigencia máxima de seis meses desde la fecha de firma del documento. Además, salvo causa justificada, tampoco pueden transcurrir más de dos meses entre la última visita al inmueble y la emisión de la citada tasación. En todo caso, si se trata de otro tipo de tasaciones, que no impliquen cumplir con la citada orden, la caducidad dependerá de la entidad que lo exija.