Una tarea que hasta la llegada de la pandemia era recomendable en cualquier hogar, ahora se ha convertido en imprescindible para minimizar el riesgo de contagios.
Hace unas semanas, el Ministerio de Sanidad admitía finalmente que los aerosoles son una importante vía de transmisión del coronavirus. Además, en su reconocimiento oficial de este posible canal de contagio, establecía que los espacios cerrados, concurridos y mal ventilados aumentan todavía más el riesgo.
Si la ventilación de los sitios ya se había convertido en una actividad recomendada desde el inicio de la pandemia en marzo, con estas evidencias científicas ahora tenemos la certeza de que es clave airear las estancias en las que suelen trabajar, viajar, comer o disfrutar de un momento de ocio diferentes personas. Por supuesto, las viviendas no son ajenas a esta recomendación.
Tener presentes algunos consejos prácticos sobre cómo ventilar la casa en tiempos de COVID nos facilitará la tarea y nos brindará algo más de tranquilidad y seguridad en esta época de tanta incertidumbre.
Ventajas de ventilar la casa para combatir el COVID
Respirar aire limpio es la primera y principal ventaja de ventilar una casa para combatir el COVID, en particular, y para fomentar hábitos saludables, en general. Al abrir las puertas y las ventanas, la corriente que se genera se lleva cualquier sustancia nociva que pueda estar flotando en el ambiente cerrado.
Como decíamos, la COVID-19, que al principio se creía que se transmitía solo por gotas (partículas más pesadas que descienden con rapidez al suelo), ahora conocemos que se expande por aerosoles, es decir, unas partículas más pequeñas del virus que exhala la persona infectada al gritar, cantar o hablar alto y que quedan suspendidas en el aire de sitios sin ventilación adecuada.
Cualquiera puede darse cuenta cuando una estancia del hogar está tan cargada de aire viciado, que hasta cuesta respirar. Pensamos en esas habitaciones muy calefactadas o en esas cocinas en las que está el horno y la vitrocerámica encendidas a la vez, por ejemplo. Al ventilarlas, el aire se lleva el dióxido de carbono (y cualquier otra sustancia tóxica) que ya no nos sirve y se recarga de oxígeno.
En la decisión de airear durante el día, estamos permitiendo también la entrada del sol, cuyos rayos violetas tienen una propiedad desinfectante al actuar contra algunos microorganismos. En invierno, además, brindan ese calor tan necesario, energía y vitalidad. Pero hay más. Porque ventilar ayuda a controlar la humedad de los sitios cerrados, ya sea si es necesario bajarla o aumentarla por contraste con el exterior.
En pocas palabras, las ventajas de ventilar la casa para combatir el COVID se hacen extensivas a la salud y bienestar general, al llevarse no solo los aerosoles del virus sino también gases tóxicos, moho, polvo y malos olores.
Claves para ventilar correctamente tu casa contra el coronavirus
Cuanta más gente convive en una misma casa, más necesario se vuelve poner en práctica la recomendación de ventilarla en estos tiempos de coronavirus. Si los integrantes de la familia trabajan o estudian fuera del hogar, el ritual es aún más indispensable.
Como estamos en época invernal, tampoco es cuestión de tener todo el día la casa abierta, pero sí tomar algunas precauciones. La ventilación diaria se puede hacer en las horas de más calor, si estamos en casa. Abrir puertas y ventanas mientras más calientan los rayos del sol, no solo aireará los ambientes, sino que además los calentará.
Ventilar el dormitorio
En el caso de los dormitorios es recomendable oxigenarlos también al levantarse, para renovar todo el CO2 exhalado durante el sueño. Con diez minutos suele ser suficiente para purificar con éxito el ambiente. El mismo lapso de tiempo sería ideal abrir la ventana de la habitación, antes de dormir.
La ventilación de la cocina
En estancias como la cocina podemos aprovechar mientras estamos preparando la comida o la cena, que los aparatos eléctricos emiten su calor, para tener puertas o ventanas hacia el exterior abiertas. Así el aire que respiramos se va renovando mientras estamos presentes. Si cenamos o comemos allí, cuando acabemos, otro tanto.
Cómo ventilar el salón
En cuanto al salón u otras estancias, la regla siempre es más o menos la misma. Después de que haya habido varias personas compartiendo espacio, lo ideal es airear al menos durante cinco minutos al abandonar la habitación. Y mucho más obligatorio se hace si en algún momento tenemos la visita de alguien ajeno a la vivienda.
Si hubiera algún enfermo de coronavirus, por supuesto el cuarto que esté aislado es crucial ventilarlo lo máximo posible, no solo por la salud del resto de la familia, sino porque sus síntomas respiratorios se pueden agravar sin una adecuada ventilación.