El hogar es ese espacio de intimidad en el que nos sentimos especialmente protegidos. Garante de nuestra privacidad y rutina es, además, epicentro de nuestro bienestar. Pese a que pasamos buena parte del tiempo fuera de casa, es entre las cuatro paredes del hogar donde nos reponemos de la jornada laboral, el desgaste de las actividades al aire libre o, sencillamente, desarrollamos todo tipo de tareas.
Siendo así no es extraño pensar que las condiciones de habitabilidad deben ser óptimas para que nuestra experiencia residencial sea perfecta y mejorar la calidad del aire en casa es un capítulo al que hay que poner especial atención.
Elementos para mejorar la calidad del aire de una casa
Dolores de cabeza, catarros, alergias, problemas respiratorios… Mantener una buena calidad del aire en casa no es un capricho sino una manera de cuidarnos. Que el ambiente esté ‘cargado’ es algo más que una expresión popular. La exposición prolongada y recurrente a la contaminación interior puede afectar directamente a la salud y evitarlo puede ser tan sencillo como cambiar de hábitos.
Las partículas de polvo y polen, así como otras sustancias contaminantes comunes son frecuentes en el hogar y, en ocasiones, son consecuencia de las actividades desarrolladas en el interior o, sencillamente, proceden del exterior. Factores como la ubicación de la vivienda, la propia arquitectura interior de la misma o su conservación tienen su reflejo en la calidad del aire en casa. ¿Es posible mejorarlo? La respuesta es clara: sí. Y para ello aquí tienes algunas ideas sencillas y efectivas:
Ventilación
Renovar el aire es una de las formas más sencillas de mejorar su calidad en el interior del hogar. Pero para que la ventilación sea efectiva hay que tener en cuenta ciertas cuestiones. El tamaño de la estancia, por ejemplo, incide en el tiempo de ventilación y lo mismo ocurre con la actividad que se desarrolle en su interior. Cocinar, darse una ducha o limpiar pueden mermar la calidad del aire en casa.
Además, es interesante saber cuándo ventilar. Solo así podremos minimizar la entrada de contaminación exterior. Si, por ejemplo, vives en una zona con mucho tráfico, evita la hora punta y, en caso de que tu problema sea el polvo, mejor recurre a la ventilación mecánica que te permita filtrar el aire del exterior. Los alérgicos también tienen que tener en cuenta los niveles de polen que, por lo general, suelen convertir la última hora de la tarde en el mejor momento para ventilar.
Las plantas, grandes aliadas
Su potencial decorativo es indiscutible, pero, además, las plantas son uno de esos elementos para mejorar la calidad del aire en casa que no pueden faltar. No es ningún secreto que las plantas de interior tienen la capacidad de filtrar los contaminantes del aire y, colocadas estratégicamente, te ayudarán a crear una atmósfera de bienestar en cualquier habitación.
La peperomia, las cintas o el potos son algunas de las más populares, especies fáciles de mantener y con un carácter de lo más ornamental que complementará a la perfección su labor como purificadoras de aire.
Adiós a los aerosoles
Reducir el uso de aerosoles en forma de ambientadores, desodorantes o similares es otro de los hábitos que podemos interiorizar. Este tipo de recursos, así como los productos de limpieza agresivos y ciertas pinturas y barnices, pueden generar compuestos orgánicos volátiles (COV) que merman la calidad del aire en casa.
La ventilación puede ayudar a contrarrestar sus efectos, pero, en todo caso, mejor apostar por soluciones naturales como el vinagre, el bicarbonato y el limón o productos libres de fragancias.
Evita los tejidos sintéticos
Alfombras, cortinas, sábanas… Hay multitud de textiles y tapicerías que proceden del petróleo lo cual, en la práctica, supone que poco a poco van desprendiendo los químicos que poseen y, en consecuencia, afectan a la atmósfera interior de tu hogar. Mejor optar por fibras naturales como el algodón o el lino.
Por otro lado, debes prestar especial atención a superficies y tapicerías donde resulte más habitual que se acumen polvo y ácaros. Aspirar con frecuencia alfombras o sofás es una tarea que también contribuirá a mejorar la calidad del aire en casa.
Purificadores de aire
Además de los remedios naturales, el mercado pone a tu disposición diferentes gadgets que te ayudarán en la tarea de mantener la atmósfera apropiada en tu hogar. Aunque los dispositivos para monitorear la calidad del aire en casa son interesantes, uno de los aparatos más efectivos que puedes incorporar al hablar de tecnología son los purificadores de aire. En función del modelo, sus ventiladores y filtros, te permitirán renovar el aire de tu hogar en pocos minutos.
Pero si lo que buscas es enfocarte en un espacio más reducido, prueba con un ionizador (muchos purificadores de aire lo llevan integrado). Ideales para armarios, baños y estancias pequeñas, son efectivos para eliminar malos olores, hongos y bacterias.
Zona libre de humos
Pero si hay una cuestión que, sin duda, te ayudará a mejorar la calidad del aire en casa es convertir tu hogar en una zona libre de humos. No fumar en casa no solo te evitará concentrar en el interior el cóctel de químicos que lleva el tabaco, sino que, además, eliminará la posibilidad de que el olor se impregne en paredes, muebles o textiles.