Hoy en día existen múltiples opciones de conexión a internet que llegan cada vez a más rincones, aunque para saber cuál es la mejor para tu vivienda, tienes que tener en cuenta que la elección siempre dependerá de varios factores. Por eso, vamos a desgranar qué ventajas e inconvenientes ofrece cada una de ellas.
Tipos de conexión a internet
El teletrabajo, las clases, las reuniones, la domótica o los cumpleaños por videollamada… hacen que tener internet en casa ya sea casi una imposición para la mayoría de los hogares.
Trabajar desde un ordenador portátil, conectarse al aula virtual del centro educativo, enviar un Whatsapp, disfrutar de una película o serie en algunas de las plataformas de televisión bajo demanda, dar una orden al asistente digital del altavoz inteligente. Muchas de las tareas que realizamos hoy en día requieren de conexión a la red de redes.
Pero antes de descubrir los puntos positivos y negativos de cada opción, vamos a mencionar los principales tipos de conexión a internet que existen en la actualidad para poder navegar desde casa:
- fibra óptica
- ADSL
- 4G
- satélite
Conexión a internet por fibra óptica
La conexión de internet por fibra óptica es la alternativa más demandada por los usuarios de internet en casa en los últimos años. Y es que se trata de la opción que ofrece mayor velocidad y estabilidad en viviendas en las que hay unos cuantos dispositivos conectados (televisores, teléfonos móviles, ordenadores, consolas, etc.)
Al contratar fibra óptica, podemos escoger la velocidad a la que podremos navegar o conectarnos a los diferentes servicios de streaming. Cuantos más miembros seamos en la casa y más dispositivos se usen a la vez, más velocidad vamos a necesitar. A mayor velocidad, mayor también será el precio de la tarifa, aunque las compañías ofrecen muchas promociones para ganar clientes en un mercado con mucha competencia.
La única desventaja de la conexión por fibra óptica es que no exista o no haya suficiente cobertura en la zona en la que esté la vivienda. Hay que tener en cuenta también que requiere de una instalación previa que puede resultar más o menos complicada según del hogar del que se trate.
Conexión ADSL
La conexión ADSL es la más tradicional o clásica de todas y por la que pasaron casi todas las casas que disfrutan de internet desde hace años. Es también la forma de conectarse de muchas familias que viven en sitios a los que aún no ha llegado la fibra óptica o, por algún motivo, no pueden instalar esta última opción, aunque cada vez son menos.
En el apartado de inconvenientes, navegar con ADSL resulta bastante más lento y tiene además el inconveniente de que casi nunca se recibe la velocidad contratada.
Internet 4G
La conexión a internet 4G es quizás la más versátil de todas las opciones, porque no solo nos permite conectarnos desde casa sino también llevárnosla con nosotros allá donde vayamos gracias a los routers portátiles. Además, no requiere de instalaciones previas ni de contratos de permanencia como la fibra o el ADSL.
Eso sí, si bien esta tecnología ofrece velocidades muy interesantes, dependemos de la cobertura que haya en cada lugar y paquetes de datos limitados.
Internet por satélite
Se trata de la conexión más demandada por los consumidores de zonas rurales alejadas de las grandes ciudades a las que no llegan ni la fibra ni el ADSL o la calidad de la red es muy básica. Suele venir acompañada de un servicio de televisión satelital.
No se navega tan rápido como con la fibra óptica pero sí a mayor velocidad que con ADSL. Y, al igual que el internet 4G, no necesita de instalaciones previas.
Como adelantamos al inicio del artículo, hay varios tipos de conexión a internet, pero no en todas las casas existe la posibilidad de acceso a todas ellas. Ni en todos los hogares la velocidad adquiere la misma importancia. Si tienes la oportunidad de elegir, para saber cuál es la mejor para tu vivienda, debes poner en la balanza los diferentes condicionantes.