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Decoración de interiores: estilo minimalista

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21 agosto, 2020 · 4 mins de lectura

Decidir qué tipo de decoración de interiores queremos es uno de los proyectos más apasionantes que podemos desarrollar en el hogar. Seamos o no propietarios, hacerlo nuestro a través de muebles, colores, texturas y similares, en una tarea que despierta todo tipo de emociones.

Las tendencias van y vienen, pero algunas siguen conquistando décadas después de hacer su aparición en escena. Así es el estilo minimalista, una corriente surgida tras la Segunda Guerra Mundial. La coyuntura del momento definió sus señas de identidad, obligando a apostar por una decoración que, como la sociedad, aprendió a sobrevivir con lo esencial.

La máxima del “menos es más”, muy popular al hablar de decoración minimalista, no es casual. La corriente aboga por aunar estética y funcionalidad prescindiendo de todo aquello que no se estrictamente necesario. Pero sus atractivos van más allá.

Decoración minimalista

Decoración minimalista: características

Hacer más con menos es el punto de partida de la decoración minimalista. Dicho de otro modo, la funcionalidad prima sobre todo lo demás e, incluso los elementos que pudieran tomarse como decorativos, cumplen una función. La regla de oro es, por tanto, apostar por una decoración mínima pero estratégicamente colocada de modo que su efecto en el conjunto sea el mayor posible.

Entre las claves de la decoración de una de casa minimalista, algunas de las principales son:

●       Búsqueda de lo esencial

Es su mantra principal. Despejar los ambientes es parte del encanto de este estilo que, entre otras cosas, apuesta por las líneas rectas y geometrías sencillas para encontrar la belleza de lo esencial. La luz natural, así como la libertad de movimientos en el interior de las estancias también son importantes, limitando en este caso el papel del mobiliario que no se impone a los espacios, sino que complementa su dimensión más funcional.

●       Colores en la decoración minimalista

La paleta cromática es otro de los puntos más característicos de esta tendencia. El blanco se convierte en el protagonista absoluto de los ambientes, maximizando así la luminosidad y amplitud espacial de cada escenario. No obstante, es posible encontrar diseños minimalistas que introduzcan el beige, los colores tostados o el negro como alternativa a la hegemonía de la pureza del blanco.

 

●       Materiales

La respuesta está abierta a diferentes interpretaciones, aunque lo fundamental es que en la decoración minimalista, cada material es lo que se ve. Piedra, vidrio, acero o madera tienen cabida en este tipo de ambientes, eso sí, siempre apostando por su belleza natural y sin recurrir a imitaciones.

Decoración minimalista en el salón

Su presencia ha de ser mínima, pero a la hora de apostar por una decoración minimalista en el salón, organizar el espacio convirtiendo el sofá, por ejemplo, en el punto focal es un buen punto de partida. Integrar las piezas en la pared es otra buena manera de reducir al máximo su presencia dando así respuesta a esa máxima minimalista de concebir espacios despejados y llenos de luz.

Decoración minimalista

En todo caso, apuesta por geometrías simples, líneas rectas y depuradas vestidas de blanco o con una paleta cromática que no supere más de tres colores. De otro modo, podrías correr el riesgo de perder de vista la búsqueda de la belleza en lo esencial.

Limita también el número de accesorios y céntrate en utilizar objetos que te ofrezcan una dimensión funcional y atractiva a partes iguales. Unas lámparas estratégicamente colocadas, un sofá con unas texturas evocadoras, una mesa de centro con personalidad… Recuerda que menos, es más, también, en la decoración minimalista del salón.

Decoración minimalista en habitaciones

Si estás decidido a trasladar la inspiración minimalista al dormitorio tal vez haya llegado el momento de práctica el desapego. Poner en práctica el método de Marie Kondo para deshacerte de todo aquello que no necesitas puede ser un primer paso. Ropa, objetos decorativos, libros… Empieza por despejar la estancia.

Decoración minimalista

A partir de ahí se trata de implementar los mantras básicos de esta corriente. Luminosidad, líneas puras, colores claros… Entre las singularidades de la decoración minimalista en habitaciones está, eso sí, elegir una cama sencilla y vestirla en consecuencia. Olvídate de llenarla de cojines o textiles excesivamente elaborados. Cuanto más simple sea, mejor.

Del mismo modo, opta por cortinas vaporosas y no abuses de las alfombras. Un suelo de madera puede ser todo lo que necesitas para añadir calidez a la decoración del dormitorio sin renunciar a su esencia minimalista. Mantener el orden es otro must have de este tipo de decoración, lo mismo que apostar por paredes despejadas. Si quieres añadir un toque de personalidad, siempre puedes hacerlo incorporando algún contrapunto cromático, pero sin abusar.