El cambio climático se ha colado en la agenda de todos los gobiernos, pero, más allá de políticas a nivel mundial, ha transformado la sociedad en general y el sector de la vivienda en particular. La búsqueda de viviendas más eficientes con un menor impacto ecológico es ya una realidad y, desde hace apenas unos años, también lo es la concesión de las llamadas hipotecas verdes.
Esta financiación ecológica es la consecuencia de la creciente sensibilidad de los compradores hacia la adquisición de viviendas energéticamente eficientes, pero también de la conciencia medioambiental que ha despertado en bancos y otras empresas a través de sus políticas de Responsabilidad Social Corporativa. Además, la Unión Europea también impulsa el desarrollo de construcciones que reduzcan sus emisiones.
Aunque su concesión a particulares en el mercado nacional es aún incipiente, la hipoteca verde ofrece ventajas financieras a los clientes al tiempo que apuesta por la promoción de la eficiencia energética y la protección del medio ambiente. Todos estos aspectos la convierten en un producto más que seductor que merece la pena conocer en detalle.
¿Qué son las hipotecas verdes?
Para quienes aún no tengan muy claro qué es una hipoteca verde, sobra decir que es un tipo de préstamo hipotecario destinado a la compra, construcción o rehabilitación de una vivienda sostenible. En concreto, están destinadas a inmuebles con una calificación energética A o B o, en su defecto, a aquellas construcciones objeto de rehabilitación con la que se consiga una mejora de, al menos, un 30% de su eficiencia energética.
De hecho, la calificación energética es una de las claves de las hipotecas verdes ya que, en base a esta, se establecen ciertas condiciones ventajosas para los clientes. Al margen de ellas, eso sí, no difieren demasiado de otros créditos hipotecarios y, en este sentido, también pueden incluir comisiones (aunque es raro que exista la de apertura), productos vinculados… Por todo ello, antes de suscribir ningún préstamo inmobiliario conviene estudiar el mercado y cada una de las opciones analizando al detalle las condiciones.
Ventajas de una hipoteca verde
En la práctica una hipoteca verde es un producto financiero que premia con mejores condiciones la compra y rehabilitación de viviendas eficientes. Desde este punto de vista, existen una serie de ventajas vinculadas a su contratación. Al margen de su nombre, una de las más evidentes es que ofrecen tipos de interés más atractivos. De hecho, cuanto mejor es la calificación de la vivienda en cuestión, más bajo resulta el interés de la hipoteca.
Otra de las ventajas de una hipoteca verde tiene que ver con el perfil de riesgo de los clientes. Al tratarse de hipotecas más asequibles (como consecuencia del descenso de los tipos de interés), se reduce el riesgo de impago por parte de los clientes. Dicho de otro modo, la tasa de impago en este tipo de préstamos es alrededor de un 30% menor que en otros créditos hipotecarios.
Y por si la parte financiera no resultara lo suficientemente atractiva, apostar por viviendas eficientes garantiza un mayor valor de mercado de las mismas en el mercado inmobiliario algo que, sumado al menor consumo en suministros, reafirma el atractivo económico de la inversión.
Requisitos para tener una hipoteca verde
Cualquier persona física o empresa puede solicitar una hipoteca verde, aunque una de las premisas básicas para la solicitud de este tipo de créditos es que su concesión tenga por objeto la compra, construcción o rehabilitación de una vivienda sostenible. Sin embargo, más allá de sobre qué tipo de propiedad puede solicitarse hay que cumplir una serie de requisitos para tener una hipoteca verde.
El principal, como decíamos, tiene que ver con la calificación energética. En este sentido, es necesario que el inmueble en cuestión disponga de un certificado A+,A o B; o, en todo caso, que la reforma o rehabilitación para la que se solicita la financiación permita alcanzar ese nivel de eficiencia energética. Desde hace ya más de un lustro, la mayoría de las propiedades en venta o alquiler deben contar con ese certificado que, en la práctica, indica tanto los niveles de emisión de gases como el consumo energético de la vivienda.
Al igual que ocurre en otros préstamos hipotecarios, entre los requisitos para tener una hipoteca verde también está la necesidad de acreditar solvencia económica suficiente para hacer frente a la amortización de la misma. Nóminas, contrato de trabajo o declaración de la renta son algunos de los documentos que, junto a nuestro historial crediticio, serán claves para que la entidad conceda o no la hipoteca verde.