La llegada del teletrabajo ha traído consigo otra serie de ideas arquitectónicas y de decoración para encontrar la mejor forma de encajar la oficina en casa. ¿Por qué no en el jardín?
Con el teletrabajo, empezaron a surgir también ideas y corrientes que nos iluminan sobre las mejores maneras de crear la oficina en casa o cómo encontrar y acondicionar los rincones más idóneos de nuestro hogar para trabajar. Una de ellas, que suena cada vez más y se está convirtiendo en una nueva tendencia, es el backyard office. Veamos de qué se trata y cómo podemos sumarnos a ella.
¿Qué es el Backyard office?
La nueva tendencia denominada backyard office no es otra cosa que una pequeña oficina en el jardín de casa. Por su puesto, es una opción a la que solo pueden optar aquellos que tienen patio y que se empieza a notar con más fuerza en países como Estados Unidos, en el que las viviendas, en general, suelen disponer de más metros cuadrados.
Sin embargo, en España, la pandemia también ha provocado que mucha gente se escape de las grandes ciudades para buscar casas más grandes y con otras comodidades, entre las que los espacios exteriores se llevan la preferencia de inquilinos y compradores.
Una de las principales características de un backyard office es su pequeño tamaño, por lo que tampoco hacen falta metros y metros para poder levantarlo. A veces, con un pequeño rincón y mucho de ingenio e imaginación, basta.
¿De dónde viene esta tendencia?
Se puede decir que los backyard office son algo muy similar a la ya conocida tendencia de las tiny houses (unas viviendas mínimas que hasta tienen un programa televisivo dedicado a ellas) pero aplicada a las nuevas necesidades laborales que ha traído el coronavirus.
Separar la vida laboral de la personal cuando se impone la urgencia de montar la oficina casa se ha convertido en la principal búsqueda de quienes tienen que trabajar a distancia. Por lo que hacerlo en el jardín resulta una excelente opción, al establecer una distancia espacial evidente, salir de la circulación principal del hogar y no ejercer la labor profesional bajo el mismo techo familiar.
En Norteamérica, donde esta tendencia surgió y ya se ha hecho un gran hueco, hay empresas que ofrecen microoficinas prefabricadas que transportan en camiones y sirven ya montadas para colocar en el patio. Suelen partir de algunos modelos preestablecidos que se pueden personalizar según el gusto y las necesidades de cada cliente.
‘Backyard office’ a medida
Por supuesto, también existe la posibilidad de construir estas pequeñas oficinas en el jardín con un proyecto a medida que podemos encargar a un profesional. Tanto en esta como en la anterior opción, suele ser la madera el material estrella para sus estructuras principales (paredes, suelos y techos). Con unos buenos cerramientos, que pueden ser acristalados si queremos aprovechar las vistas del jardín y gozar de una buena iluminación natural, se completa su sencilla construcción.
Solo queda acondicionarla con los elementos idóneos para el trabajo en remoto. Hay backyard office hechos para que alberguen solo lo mínimo e indispensable (escritorio y silla) y otros más espaciosos. Todo dependerá de los metros que queramos robarle al jardín y de los usos que pensemos darle a la oficina.
Sala multiusos
Construir un backyard office en el jardín de casa puede dar mucho juego si tenemos la posibilidad, además, de no darle ese único uso a la estancia. Para ello necesitaremos destinarle algunos metros más, los suficientes como para poder colocar un sofá cama. Entonces, la oficina puede valer también de cuarto de invitados en ocasiones especiales.
Si agregamos una mesilla y una televisión, serviría además de sala de videojuegos o de visionado de películas y series cuando la pantalla chica principal de la casa está muy demandada o en los momentos que nuestros hijos traen amigos a casa. O incluso como lugar de estudio en las horas de descanso de quien teletrabaja.
Así, más que como una pérdida de espacio del jardín, la tendencia del backyard office se convierte en una gran decisión, que otorga un sitio cómodo y apartado a quien necesita trabajar en remoto a la vez que aporta un nuevo espacio multifuncional a la vivienda.
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