El sector inmobiliario está en constante evolución. No es una afirmación al azar sino una evidencia avalada por los datos de los últimos años que muestran tanto la recuperación del sector, como los cambios entre los consumidores. Construir para alquilar o, lo que es lo mismo, la tendencia ‘build to rent’ ha dejado de ser una moda en el extranjero para convertirse en una realidad cuyo peso crece en nuestro país.
Si en 2019 los datos mostraban la llegada de esta corriente al sector inmobiliario español, hoy son muchos los que alzan las voces para considerar este modelo de negocio como uno de los protagonistas del futuro más inmediato. Promotoras, fondos de inversión, gestoras… Muchos agentes del sector se han sumado ya al ‘built to rent’ una fórmula cuya rentabilidad ha despertado el interés de los grandes inversores.
Según los datos oficiales del Banco de España, la rentabilidad bruta de la vivienda en alquiler a nivel nacional alcanzó el 3,9% a mediados del pasado ejercicio. Madrid y Barcelona se convierten en los escenarios más tentadores para el desarrollo de proyectos ‘build to rent’ aunque el mercado crece por todo el país dibujando un futuro que, más allá de la estabilización de los precios previstos para la vivienda a lo largo de 2020, abre nuevas vías de negocio.
Construir para alquilar: nuevas demandas, nuevas respuestas
Para entender la creciente curiosidad por el build to rent en España basta echar un vistazo a la demanda. El perfil del comprador ha cambiado en las últimas décadas. Mientras que antes la edad media para comprar una vivienda se situaba en torno a los 30 años, cada vez es más habitual que la inestabilidad laboral o la escasa capacidad de ahorro, prorrogue la adquisición de una casa hasta los 40 años.
Esas circunstancias han aupado en los últimos tiempos el mercado del alquiler, llegando a tensionar los precios en las grandes capitales de provincia y haciendo del build to rent, una nueva oportunidad de negocio. Es, precisamente, en las propias características del parque de vivienda de alquiler donde encontramos otro de los factores que han propiciado el impulso al modelo de construir para alquilar.
Si tenemos en cuenta que cerca del 95% de las viviendas en alquiler corresponden a particulares, los expertos señalan que la profesionalización del sector a través de la irrupción de este nuevo modelo de negocio es clave. La idea sería ofrecer inmuebles mucho más atractivos y en unas condiciones que den respuesta a las necesidades de los inquilinos potenciales.
Metrovacesa, pionera del ‘Build to rent’
La experiencia residencial de Metrovacesa no ha sido ajena a la irrupción en el mercado de la tendencia de construir para alquilar. De hecho, fue uno de los primeros actores del sector en sumarse a este nuevo modelo de negocio. El primer trimestre del pasado 2019 cerró un acuerdo por valor de 29 millones de euros para la venta de 121 viviendas de obra nueva a Ares, gestora global de activos alternativos.
El grupo inmobiliario sellaba así su primera operación residencial de alquiler llave en mano, un acuerdo en virtud del cual Metrovacesa promueve y desarrolla las viviendas que, una vez ejecutadas, serán adquiridas y gestionadas por Ares. Las construcciones, ubicadas en el madrileño municipio de Arganda del Rey y la propia capital, serán entregadas a finales de 2020 y 2021.
Construir para alquilar también por parte de las administraciones
Las grandes promotoras inmobiliarias o fondos de inversión no son los únicos que han sabido ver el potencial de este nuevo modelo de negocio. La administración pública es otro de los agentes implicados en este cambio de paradigma del sector y la Comunidad de Madrid ha sido una de las primeras en sumarse al ‘build to rent’.
La oferta pública se concreta, en este caso, en el llamado ‘Plan Vive Madrid’, una iniciativa con la que el gobierno regional pretende desarrollar cerca de 25.000 viviendas en 40 municipios de la región destinadas al alquiler durante los próximos ocho años.
Nuevas fórmulas de negocio para el sector inmobiliario
Aunque la popularidad del “build to rent” ha crecido exponencialmente en los últimos meses, los profesionales del sector exploran también otras vías. Las fórmulas para reinventar el panorama inmobiliario son tan variadas como las necesidades de los usuarios y, en este sentido, también se oye hablar cada vez más del ‘senior housing’, un sector de la población que, junto a los jóvenes, tiene sus propias necesidades.
En este caso hablamos de un modelo de vivienda destinado, principalmente, a mayores de 65 años con buena salud y tiempo para disfrutar. Para ellos la alternativa habitacional se aleja de las residencias de la tercera edad. El sector apuesta por ofrecer soluciones residenciales que permiten a los usuarios disponer de una alta calidad de vida con servicios comunes como catering, limpieza o asistencia médica.
El coliving o el llamado alquiler para profesionales (corporate living) son otras alternativas residenciales cuyos ecos empiezan a resonar en España, aunque, por el momento, parece que la idea de construir para alquilar ha tomado la delantera.