El papel pintado se ha convertido en una herramienta central de la decoración en los últimos tiempos. La gran variedad de modelos, texturas, motivos y colores, sumada a la relativa facilidad con la que se puede colocar y a su estupendo resultado estético han hecho que sea una de las primeras opciones a la hora de valorar redecorar una estancia.
Pero es un elemento tan versátil, que de igual modo sirve para restaurar o darle una segunda vida a un mueble antiguo. Sí, decorar con papel pintado puede ser la solución ideal no solo para recuperar esos viejos armarios, roperos, cómodas, escritorios, cajoneras, mesas, sillas o biombos, sino para imprimirle una estética única y original.
Qué muebles decorar con papel pintado
La madera es un material ideal para forrar con papel pintado, ya sea por dentro o por fuera de una alacena o cómoda, por ejemplo. Pero no hay que descartar tampoco el mobiliario que tenga tanto superficie de vidrio como de plástico. Todos estos elementos son idóneos para la tarea del reciclaje que vamos a encarar.
Lo mismo ocurre con el tamaño de las superficies a empapelar. Se pueden remodelar grandes armarios o pequeños frentes de cajones de escritorios con recortes del papel pintado. Eso sí, cuando se trata de piezas de mayor volumen fabricadas en madera, lo más aconsejable es forrarlas tanto por fuera como por dentro, para evitar el efecto no deseado de los doblados que se producen por la expansión y posterior encogimiento al absorber el pegamento.
Una de las grandes cualidades del papel pintado es su enorme resistencia, que es a la vez garantía de durabilidad. Por lo que los muebles reciclados tendrán una segunda vida muy extensa. No hay que obviar tampoco, entre sus ventajas, su facilidad para limpiar. Con solo una esponja húmeda y algo de jabón se le pueden quitar las huellas de los roces.
Restaurar muebles con papel pintado
Los amantes del bricolaje estarán encantados con esta alternativa de reciclaje que nos ofrece el papel pintado para muebles. Basta con ser un poco manitas para seguir algunos de los consejos que vamos a compartir para no tener que desprendernos de esos viejos objetos a los que tanto cariño les tenemos y que el resultado sea óptimo.
Este elemento de decoración no solo está cada vez más de moda para decorar las paredes del hogar. Su uso como herramienta para darle nueva vida al mobiliario es también una excelente opción
A la hora de escoger el papel pintado para el mueble que hayamos decidido decorar es importante que tengamos en cuenta el estilo y la estética general de la estancia en la que va a estar. La elección del estampado debería seguir esa línea o jugar con los contrastes, pero nunca desentonar o recargar una habitación ya de por sí con varios patrones distintos.
Una vez resuelta la selección, toca ponerse los guantes de trabajo y comenzar a lijar. Dejar las superficies bien lisas y quitar el polvo que deje el lijado hará que el resultado final no tenga peros. Si se trata de cajones o puertas, parece un consejo obvio, pero no hay que olvidar quitar pomos o tirantes.
Luego tocará tomar con mucha exactitud -el uso de la regla es obligatorio- las medidas de las partes que queremos forrar y recortar con buen pulso los trozos necesarios, para después encarar el paso de la aplicación del pegamento o pasta adhesiva. Aquí es clave seguir las instrucciones del envase correspondiente, según de qué tipo de papel y adhesivo se trate.
En la aplicación del papel pintado para armarios u otros muebles se pueden utilizar de ayuda, para que no queden burbujas ni grumos, herramientas tipo rodillos o brochas -para superficies más grandes-, o espátulas, si son piezas más pequeñas. Para fijar aún mejor el resultado, tenemos la opción de pasar un barniz especial para este tipo de trabajo, por encima.
Con flores o plantas, a rayas o de figuras geométricas, lisos o con paisajes. Decorar con papel pintado es una solución perfecta si de reciclar muebles se trata. Pero no solo para cubrir desperfectos, ya que el resultado estético es de lo más llamativo.
Al tratarse de papel pintado para muebles, además, las opciones son infinitas, porque se puede forrar por fuera o por dentro, solo un lateral, los frentes de puertas o armarios, la superficie de un escritorio… No hay límites. Y el mueble ganará personalidad y, por supuesto, un aire único y especial. Solo hay que ponerse manos a la obra.
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