Materiales de construcción sostenibles

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23 noviembre, 2021 · 5 mins de lectura

La lucha contra el cambio climático es apremiante, tanto que ningún sector escapa a la implementación de nuevas estrategias y procedimientos encaminados a minimizar el impacto medioambiental de su actividad. Lo que hoy se conoce como arquitectura sostenible arrancó en la década de los 60 y no es, ni más ni menos, que la apuesta decidida por este objetivo. Conseguirlo depende, entre otras cosas, del uso de técnicas y materiales respetuosos con el medioambiente durante el proceso de construcción, la consideración de la propia ubicación o la apuesta por la eficiencia energética de los edificios.

La creciente conciencia medioambiental está muy presente en la arquitectura donde los nuevos materiales dan vida a construcciones más sostenibles y respetuosas con el entorno.

Si tenemos en cuenta que los edificios son responsables del 40% de las emisiones de CO2 a la atmósfera, así como del 40% del consumo energético anual, apostar por la arquitectura ecológica es más que una recomendación. En este escenario hay todo un catálogo de materiales de construcción sostenibles capaces de contribuir a esa tarea de aprovechar al máximo los recursos generando el menor impacto posible y reutilizando, siempre que sea posible, cada uno de ellos.

Madera

Si hay un material de construcción sostenible que ha acompañado a la humanidad a lo largo de su historia ese ha sido la madera. Los expertos aseguran que su impacto ambiental es mínimo, no solo en su proceso de producción -siempre que proceda de bosques de gestión sostenible- sino también en su ciclo de vida. A ello hay que añadir el ahorro que supone su uso en términos de calefacción y aire acondicionado gracias, entre otras cosas, a su naturaleza aislante.

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Pero aún hay más. Atendiendo a esa necesidad de aprovechar al máximo cada recurso, los derivados de la madera conocidos como paneles OSB (una evolución mejorada del contrachapado) son materiales altamente aislantes con grandes propiedades que, en función de los aditivos que incorporen, están especialmente indicados para su uso en interiores o decoración, estructuras de carga en ambientes secos, húmedos o de altas prestaciones.

Celulosa

Otro de los materiales de construcción sostenibles más populares es la celulosa, un interesante aislante fabricado a partir de papel desechado. Dada su baja conductividad térmica es perfecto para equilibrar las temperaturas en el interior de las viviendas, además de ser un excelente aislante acústico.

Por si todo ello no fuera suficiente, el tratamiento con sales de bórax aplicado a las fibras proporciona a este material propiedades ignífugas, insecticidas y antifúngicas que añaden valor a su aportación como aislamiento.

Barro cocido

Su fácil reciclaje, así como la reutilización de los residuos producidos en su elaboración convierten al barro cocido en otro de los materiales de construcción sostenibles más utilizados. Gracias a su proceso de obtención a base de arcilla calentada por debajo de 950º y con tratamientos naturales para conservar sus propiedades -entre ellas, la higroscopicidad, el aislamiento, la baja radiactividad o su buena inercia térmica- tiene multitud de aplicaciones.

Otra de sus ventajas tiene que ver con su naturaleza altamente reciclable, no solo del propio material, sino de los residuos generados en su producción que pueden volver a formar parte del proceso de preparación.

Bambú

Pese a estar menos habituados a su uso en el suelo patrio lo cierto es que el bambú es un material de construcción sostenible muy popular en zonas tropicales. Su alta resistencia, naturaleza ecológica y el hecho de ser renovable lo convierten en una opción a tener muy presente.

De hecho, es un material de rápido crecimiento cuyo impacto medioambiental, al igual que el de la madera, es muy limitado.

Cemento termocrómico

Si bien es cierto que madera, celulosa o bambú resultan más o menos populares, todos ellos son, en mayor o menor medida, materiales de construcción sostenibles “tradicionales”. Sin embargo, el sector ha evolucionado y, en los últimos tiempos, han surgido propuestas muy novedosas como el cemento termocrómico.

Este revestimiento inteligente para fachadas es capaz de cambiar de color en función de la temperatura exterior. El objetivo no es otro que aumentar o disminuir la temperatura del paramento exterior con el fin de propiciar una temperatura ambiente interior confortable.

Hormigón autorreparable

hormigón autoregulable

Si se trata de innovar, el hormigón autorreparable es otra de las propuestas más sorprendentes en lo que a materiales de construcción sostenibles se refiere. Pese a la longevidad del hormigón tradicional (más de cien años) y su resistencia, este tipo de revestimiento busca acabar con la llamada obsolescencia programada. Para ello su composición incluye unas microcápsulas que se rompen para repararlo en caso de fisuras internas. De hecho, gracias a esta condición, los expertos calculan que su vida útil puede multiplicarse de dos a cinco veces.

Tejas sintéticas

El reciclaje de los plásticos es uno de los mayores retos que enfrenta el ser humano desde hace décadas para combatir el cambio climático y salvaguardar la salud de los océanos. En esta línea las tejas sintéticas constituyen otra de las alternativas ecológicas en lo que a materiales de construcción se refiere.

Fabricadas a partir de plásticos reciclados y piedra caliza constituyen una opción más económica y sostenible que las tradicionales que está disponible en multitud de modelos y colores que, en todo caso, aíslan a la perfección. Además, una vez concluida su vida útil (superior al medio siglo), son nuevamente reciclables.

El grafeno, las maderas semi transparentes o las impresiones 3D se suman al capítulo de nuevos materiales de construcción sostenibles, propuestas, todas ellas, que buscan contribuir a esa arquitectura ecológica concienciada con la necesidad de preservar el medioambiente y los recursos naturales.