Algo ha cambiado en Poblenou durante la última década. Como dice El País, los edificios industriales presumen con orgullo de sus peculiaridades arquitectónicas, las construcciones de ladrillo y metal recordándonos un pasado y una historia clave dentro de la atmósfera presente en las calles de Poblenou. Lo que solía ser un conjunto de almacenes abandonados que se remonta al periodo en que, por sus fábricas y almacenes, Poblenou se parecía a Manchester, ahora se ha convertido en un lugar de creatividad y posibilidades para el futuro.
Poblenou se puso de moda en su diversidad y heterogeneidad. Está la Torre Agbar como la diseñó el arquitecto Jean Nouvel y la Rambla del Poblenou que abre el camino hacia una playa querida y apreciada incluso por los barceloneses, una multitud difícil de complacer teniendo la playa tan cerca. Existen también las pequeñas calles de pueblo, sus casas bajas modernistas, los edificios de nueva construcción insinuando lo que podría ser el futuro de Poblenou. Como resultado, la compra de propiedades por todo tipo de personas ha visto su demanda aumentada: jóvenes, familias, empresas y aquellos que buscan un lugar más tranquilo desde donde viajar en bicicleta y un par de paradas de metro de la vibrante Barceloneta.
El periódico El País muestra la revolución del barrio mientras que al mismo tiempo destaca su autenticidad. “Poblenou no son sólo chimeneas y restos semiderruidos: abundan las fábricas hoy utilizadas como talleres de artistas, los edificios nuevos y las casas bajas modernistas que, demos gracias, no han sido demolidas en ninguna reestructuración del barrio”.
El precio de los alquileres ha subido en toda la ciudad de Barcelona un 16% en dos años. De todos los barrios, especialmente llamativo ha sido el incremento de los precios registrado en Poblenou, que ha crecido un 36,5%. Comprar es entonces una garantía no solo de vivir en el barrio más interesante de Barcelona, sino también de haber hecho una buena inversión para el futuro.
Está claro que los edificios industriales de Poblenou encontraron nuevos destinos. Llegaron oficinas y proyectos con diseños renovados como 22@, una zona de renovación urbana también conocida como ‘Districte de la innovació’ (Distrito de la innovación), que aporta tecnología, oportunidades, creación de empleo y modernidad tanto para el barrio como para las personas que viven en él. Llegó también el sector creativo, con el establecimiento reciente y permanente de la mayoría de las empresas y estudios creativos de Barcelona.
Parece que hay algo para todos en Poblenou, sin embargo, sus nuevos habitantes no han eliminado la sensación auténtica del «barrio». Pueden verse todos los estilos de vida aquí, el tradicional y el metropolitano. Porque, aunque fue recién construido, aún puedes sentir en muchos rincones como si estuvieras caminando por un pueblo catalán, incluso bares locales y tiendas de toda la vida.
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